Nantek es una empresa vasca que ha desarrollado un sistema de reciclaje para mascarillas, convirtiendo estos residuos sanitarios en combustibles y otros productos químicos que se pueden usar en otros sectores.
Esta startup especializada en el reciclaje y reconversión de todo tipo de plásticos, ha desarrollado un innovador sistema termoquímico para reciclarlas, ya que están fabricadas a partir de plásticos, y convertirlas en productos de alto valor industrial, aportando sostenibilidad y economía circular para un producto que la gente utiliza de manera diaria como consecuencia de la pandemia.
El proyecto se lleva a cabo junto a Orka, una empresa dedicada a la recogida de mascarillas de todas aquellas entidades que cuentan con gran cantidad de éstas. Ambas han creado una web para realizar los servicios.
El sistema de reciclaje se inicia con la recogida de las mascarillas y su introducción en bolsas plásticas para evitar una contaminación hacia el exterior. Estas bolsas con mascarillas se tratan a altas temperaturas en hornos pirolíticos construidos especialmente para realizar esta función. Con ello se logra inactivar los residuos, eliminando cualquier resto biológico que pudiera quedar.
A continuación, ese residuo inactivo es convertido mediante un segundo proceso químico de condensación de gases en productos líquidos (hidrógeno) y/o hidrocarburos sintéticos (parafinas o combustibles libres de azufre que podrían ser utilizados en el transporte por carretera o marino).
Nantek lleva más de un año investigando y desarrollando el reciclaje y tratamiento de diferentes tipos de residuos plásticos, por lo que ya ha validado el proceso de reciclaje de todo tipo de mascarillas sanitarias.
De hecho, la empresa vasca estaría en disposición de poder tratar hasta 500 toneladas de estos productos en una nueva planta que está construyendo en la actualidad en Zamudio (Bizkaia) que entrará en servicio en diciembre y en la que además se podría reciclar todo tipo de plásticos.
Con este sistema se le aporta sostenibilidad y economía circular a un producto que la ciudadanía utiliza de manera diaria como consecuencia de la pandemia. Además de reconvertir el problema del plástico en una fuente de productos de valor para usos industriales o de combustibles sintéticos de baja contaminación.