El plástico se ha convertido en una constante en nuestra vida. Lo encontramos en todas partes: envases de productos, ingredientes de cosméticos, materiales textiles, teléfonos móviles… Su uso es tan generalizado que el mero hecho de renunciar a él puede hacerse cuesta arriba para muchas personas. Reducir el consumo de plásticos requiere, por tanto, no solo de un cambio de hábitos, sino también de un cambio de mentalidad.
Que los plásticos se han convertido en un quebradero de cabeza para el planeta lo demuestra el hecho de que cada vez más gobiernos proponen medidas para paliar su impacto sobre el medio ambiente. Europa prohibirá en 2021 la venta en su territorio de plásticos de un solo uso como pajitas, cubiertos o bastoncillos.
Los plásticos de un solo uso suponen la mitad del plástico que utilizamos al año, este tiene una vida útil promedio de 12 a 15 minutos y, sin embargo, puede tardar hasta 500 años en desaparecer según Life Out Of Plastic (LOOP).
Está en nuestras manos revertir esta situación. Tenemos el poder de conseguir que los fabricantes cambien su forma de producir modificando nuestra forma de consumir y apostando por alternativas al plástico como las que mostramos a continuación:
Envuelve tus alimentos en papel ecológico reutilizable, fabricado a partir un material compuesto por algodón orgánico, cera de abeja, aceite de jojoba y resina.
Adquiere una botella reutilizable con filtros para poder beber del grifo sin problemas de calidad y sabor, como las que ofrece Brita. También dispones de botellas de vidrio y acero inoxidable.
Las pajitas reutilizables fabricadas a partir de silicona son muchísimo más ecológicas. También existe la opción de comprar pajitas metálicas.
Existen cervezas que, para unir sus packs de seis latas, tiene las anillas biodegradables elaboradas a partir de residuos de trigo y cebada cuyo origen está en la misma producción de su cerveza.
Sustituye las bolsas de plástico por las bolsas reutilizables. Estas bolsas pueden durar hasta ocho años dependiendo del material del que estén fabricadas. O incluso apura más el uso de bolsas de plástico normales, guarda alguna y úsala a diario.
Existen cepillos de dientes con el mango fabricado a partir de bambú como los que ofrece Naturbrush . Y del mismo modo, puedes comprar cepillos para el cabello que estén fabricados a partir de madera.
Los geles líquidos necesitan de envases de plástico para ser comercializados; sin embargo, los geles sólidos no necesitan embalaje de plástico, son mejores para tu piel y duran más.
Algo que queremos resaltar es que si estás comprometido con el medio ambiente y quieres ayudar a reducir el uso de los plásticos de un solo uso siempre se puede intentar concienciar a tu entorno sobre la importancia de reducir el consumo de estos plásticos.
Si además de reducir tu consumo de plásticos consigues que tu familia, amigos o compañeros de trabajo también lo hagan, el impacto de tus acciones por el bien del planeta aumentará exponencialmente.